pañuelos bordados para Dolores y Merce

Es primera hora de la tarde cuando Loli y Merce entran en la tienda, les encanta un faldón de bebé, me alegran porque es la ultima pieza que he confeccionado, les enseño otro faldón, diferente y charlamos un ratito que se va alargando sobre el valor del trabajo bien hecho. El padre de Loli y antes su abuelo hacían el maravilloso pan de Carballo, bien amasado, bien cocido, esos panes que alimentaban sin dañar estómagos, verdadero alimento que poco a poco va desapareciendo porque las masas congeladas y recién horneadas son mucho más prácticas y perfectas en apariencia…. Han venido a visitar la ciudad de la cultura y me dicen que nunca se van de Santiago sin pasar a ver la tienda, me emociono…
Han dejado encargados unos pañuelos, Loli duda y encarga uno bordado con Dolores para cuando se haga mayor, lo dice tan seria que a Merce y a mi se nos escapa una carcajada que todavía flota en el aire…

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